domingo, 23 de octubre de 2011


 
   El mar se tiñe de rojo, pero no se debe a un efecto climático de la naturaleza. Se debe a la crueldad con la que los seres humanos matan centenares de los delfines Calderones.  Esto sucede año tras año en la isla Feroe en Dinamarca. En esta masacre participan principalmente jóvenes, para demostrar que estos mismos ya han llegado a una edad “adulta” de madurez.
Todos participan de una manera u otra, matando o viendo la crueldad,  apoyándola como espectador.
  Cabe mencionar que el delfín Calderón, como casi todas las otras especies de delfines, se acerca al hombre únicamente para interactuar y jugar con él como gesto de amistad.
  Así jugamos los seres humanos: todo lo terminamos echando a perder ya sea violenta o destructivamente.

  Los delfines  no mueren al instante, son penetrados una y otra ves con ganchos puntiagudos. En esos momentos el delfín produce sonidos, tan parecidos a los un bebe llorando. Pero sufre y no hay compasión, hasta que se desangra lentamente y sufre por tremendas heridas hasta batirse y morirse en su propia sangre.
  Difundilo, para intentar que se entere todo el mundo y de una vez por todas se tomen medidas para proteger a estos animales.


Fuente: http://www.webislam.com/?idt=14121